lunes, 24 de julio de 2017

Una infracción diferente

Artículo Original: Vzglyad 

Washington prefiere fiarse de información obtenida de forma independiente y no de la recibida de Kiev. Así evalúan los expertos la aparición de drones de reconocimiento sobre la línea de contacto en Donbass. Desde la RPD, consideran el vuelo del Global Hawk como una infracción expresa de los acuerdos de Minsk. Pero el objetivo que interesaba al aparato espía no era solo Donbass.



El dron RQ-4A Global Hawk del ejército de Estados Unidos realizó, durante varias horas, vuelos de reconocimiento a lo largo de la línea de demarcación en Donbass. Así se dio a conocer utilizando medios occidentales de seguimiento de aeronaves militares. Una de esas aplicaciones mencionó incluso la matrícula del dron: UAVGH000. Oficialmente, el Pentágono no ha emitido ningún comunicado oficial.

Información que puede ser enviada a las tropas ucranianas

“La presencia de drones estadounidenses sobre la línea de contacto es un obstáculo para la implementación de los acuerdos de Minsk”, afirmó a Vzglyad el enviado de la RPD a las conversaciones de Minsk y presidente del Parlamento de la RPD, Denis Pushilin.

La monitorización y verificación de lo que ocurre en la zona de conflicto en el sur de Ucrania corresponde a la Misión Especial de Monitorización de la OSCE, insistió Pushilin. “Los vuelos de reconocimiento de otras organizaciones, misiones y aún más países occidentales son, por supuesto, una violación directa de los acuerdos de Minsk”, explicó.


Ruta y vuelos de los drones

Si la información se confirma [desde ese vuelo se han observado más drones estadounidenses sobre Donbass y en los alrededores de Crimea] y se trata de un dron “capaz de recoger, acumular y transmitir información de inteligencia, entonces existe la posibilidad de que esa información obtenida acabe en manos de las Fuerzas Armadas de Ucrania”, insistió el representante de la RPD en las conversaciones de Minsk. “Así que estamos categóricamente en contra de la presencia de drones de cualquier otra organización sobre la línea de contacto”, concluyó Pushilin.

Se informa de que el Global Hawk despegó desde la base aérea de Sigonella, en Sicilia, y entró en el espacio aéreo de Ucrania por la zona de Nikolaev, desde donde se dirigió hacia Mariupol. El dron no voló en ningún momento sobre el territorio controlado por la RPD y la RPL. Sin embargo, volando sobre la línea de demarcación a 16.700 metros de altura, fue capaz de observar, no solo el territorio de ambas repúblicas, sino también las regiones fronterizas de Rusia. Tras el vuelo de reconocimiento, el dron abandonó el espacio aéreo de Ucrania hacia el norte de Moldavia.

El dron de reconocimiento Global Hawk es una unidad relativamente grande: 13 metros de largo, 35 metros de envergadura y un peso de unas quince toneladas. El aparato tiene capacidad para patrullar unas treinta horas a una altitud de hasta 18.000 metros. El radar con el que está equipado es capaz de escanear y detectar objetivos en movimiento en un radio de cien kilómetros y observar esos objetivos en alta resolución a una altura de 1,8 metros, en un radio de diez kilómetros cuadrados.

La prioridad: el territorio ruso

“Parece que Estados Unidos no solo monitoriza la situación en la RPD y la RPL, sino sus fronteras al este”, afirmó a Vzglyad Andrey Frolov, experto del Centro para el Análisis de Estrategias y Tecnología. En su opinión, la prioridad del dron de reconocimiento era el territorio ruso y sus tropas. Concretamente, Frolov insistió en que Occidente no había ocultado su atención a la formación del nuevo distrito militar del sur de Rusia. Las unidades militares estacionadas en las regiones de Volgogrado y Rostov, con comando en Novocherkask, son responsables de las zonas estratégicas en la zona del suroeste. En mayo de 2016, el ministro de Defensa de Rusia, Sergey Shoigu, afirmó, entre otras cosas, que la formación de divisiones adicionales era parte de la respuesta al aumento de tropas de la OTAN a lo largo de la frontera rusa.

El experto militar Viktor Murajovsky recordó también que los drones “trabajan” también sobre Polonia y la frontera rusa a lo largo de la región de Kaliningrado. “Se han observado vuelos sobre el mar Negro cerca de las aguas territoriales de la Federación Rusa en esta zona, por ejemplo, en las costas de Crimea. Y también en el Báltico”, apuntó Murajovsky.

De hecho, la aparición del Global Hawk en la línea de demarcación de Donbass no supone nada nuevo. “No es la primera vez que hay vuelos en la región. Desde las bases aéreas de Italia habitualmente despegan drones que realizan vuelos sobre la línea de demarcación, habitualmente a una distancia de 40-50 km”, explicó Murajovsky a Vzglyad.

Frolov apuntó también que Ucrania no tiene la capacidad de realizar operaciones de reconocimiento utilizando drones estratégicos que tiene Estados Unidos. Por eso, Washington prefiere depender de información obtenida por su cuenta, en lugar de recibirla de Kiev. El experto opina también que es probable que Estados Unidos comparta la información obtenida con sus socios ucranianos.

El “invitado americano” no visitará Rusia

Frolov está convencido de que los drones no volarán sobre territorio ruso. “Como se solía decir, no hay idiotas en el Politburó”, afirmó. “Si estos aparatos invadieran el espacio aéreo de Rusia, por supuesto, sería derribado”, insiste Murajovsky. “Para nuestros sistemas de defensa antiaérea, incluso para los misiles de medio alcance, por no hablar de los sistemas de largo alcance S-300 o S-400, no sería un problema derribar un dron”.

Murajovsky también recordó que nuestras aeronaves tampoco “están durmiendo”. “El ministerio de Defensa informó de al menos ocho misiones de interceptación de objetivos que se acercaban a la frontera rusa”, explicó. “Para aeronaves tipo Su-30 o Su-35 tampoco sería un problema derribar esas unidades”, añadió, insistiendo en que detectar un dron no es un problema, especialmente teniendo en cuenta sus grandes dimensiones.

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